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jueves, 23 de diciembre de 2010

EL DÍA DE LA SALUD

Pues voy a contar como me fue ayer a mi este día tan señalado. A eso de las 12h me empezó a entrar fiebre en el trabajo. El lunes en la oficina estuvimos sin calefacción, y no soy el único que ha caído. Yo he salido a correr con -8º y no me ha acatarrado, pero claro, 14º y sentado en una silla, lo flipas.

Primero al salir de fábrica, paré en el súper a comprar pan y agua. De esto hablaré otro día, porque lo que a mi me pasa en las cajas de los supermercados es de traca. Siempre pasa algo para hacerme esperar; y si voy con prisa con más razón.

Contratiempo 1: Cojo el pan, las cajas solas, se mete una mujer que llevaba 4 cosas. Los dos solos en la caja. La mujer dice que se la ha olvidad no se qué, que si puede ir. Allí yo esperando y con una prisa de la hostia. Mientras, por la otra caja que había más gente que el copón, avanzaban a toda velocidad. Llega al mujer, ¡y la cruceta!. Va pagar con la puta tarjeta, y no va. Segundo intento, tampoco. Al final contra tarjeta. Total, perdí 15min, y solo había una señora con 4 cosas delante de mi.

Pues fui a buscar a mi hija al comedor del cole, y allí continuó mi calvario:

Contratiempo 2: Otra niña se ha llevado la cazadora de mi hija, y como ya no había cole, me dieron el teléfono para contactar con los padres.

Contratiempo 3: Tengo que llevar a mi hija al karate. No lo hubiese llevado, si no hubiera tenido que ir a por la cazadora.

Contratiempo 4: Llamo a la madre de la niña, corrobora la versión, y encima de que se llevan mi cazadora, tengo que ir yo a su casa a por ella, porque no puede salir que está sola con niños pequeños. Otro viajecito no previsto, y con la fiebre aumentando.

Contratiempo 5 : Me voy a casa a descanar. Ya tengo 39º. Tengo que subir a Renfe a por la parienta. Me voy como puedo, siento que mi cabeza no funciona bien. Cierro la puerta y….

Contratiempo 6: Me dejo las llaves dentro de casa. Me pongo muy nervioso, es mi naturaleza. Comienzo a pensar a toda velocidad y llamo a mi hermano porque se que tiene copia de mi llave.

Contratiempo 7: Me dice que nos la dejó otro día que hizo nos hizo falta y no se la volvimos a llevar. Me dejó su coche para ir a Renfe. Antes pasé por casa de madre, que ahí si había llave. Cuándo vienen la señora también tienen llave, ni lo pensé.

Precisamente ayer que estaba hecho mierda, venga a dar viajecitos con el coche.

Bajo a recoger a la niña al karate (aún tengo que ir a casa de mi hermano, dejar su coche, y luego a la noche subir a mi hija con la abuela, porque hoy no tienen colegio.

Contratiempo 8: Dejo el coche, subo a su casa, le doy la llave, y me doy cuenta de que no llevo mi bolsito, en el que llevo la catera, móvil…etc

Bájate al garaje otra vez y mira si está en el coche. Detallo los viajes, porque con 39º de fiebre, no hace ninguna gracia andar a la carrera.

Contratiempo 9: Bajo y allí no está. Subo a darle las llaves a mi hermano, y pienso que puedo haberlo olvidado en el karate. Salgo corriendo antes de que la gente se largue de allí. Si, corriendo. El pecho me empezó a doler puesto que mi garganta está al rojo. El corazón se me acoplaba a la cabeza. Al fin llego, y mi maestro se hecha a reír. ¡Buena señal! .Solo quedaba él, y me lo había guardado. Me fui andando a duras penas a casa, tosía mucho y llegue exhausto.

Contratiempo 10: Aún me quedaba un viaje que dar. Llevar a la niña a casa de abuela.

Después llegué a casa y me senté tiritando de frío. Tome paracetamol, y dormí 2 horas. Ya se acabó. No hay más dormir. Y a las 6 arriba a trabajar.

Contratiempo 11: Si hoy faltaba al trabajo, no cobraría una buena pasta que me dan en febrero, por no faltar ningún día del año. Yo no he faltado nada, ya la estaba acariciando. ¿Por qué precisamente hoy, EL DÍA DE LA SALUD?. Así que me he levantado, tornilla de gelocatil, y al tajo.

Ah, de la lotería como siempre, NADA.

1 comentario:

  1. Eso sí es un día para olvidar, pero bueno todo se pasa hasta la lotería de navidad que con su suerte esquiva nos evita cada año de manera burlona. Menos mal que siempre habrá un amigo con el que compartir una cañeja o un vino, cuando no sea así nos empezaremos a preocupar.

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