Los amigos, la familia del siglo XXI

Haciéndome eco de esta gran frase escrita por “el langui”, comienzo a relataros un fin de semana muy peculiar que he tenido.
Lo escribiré aquí, así quedará guardado y archivado, para si un día me hace falta volverlo a recordar.
Me quedé solo en casa, mi esposa e hija fueron a Madrid. El viernes salí con el Jesus y Pelos. Nos tomamos unas copillas y pudimos ver bien de cerca como un viernes, la ciudad amurallada nos mostraba la peor cara de la crisis, estando todos los baretos prácticamente vacíos. Con lo que me fui pronto a casa. Estos dos pliegos se quedaron hasta las tantas, je je.
El no acostarte con muchos excesos, te hace que el sábado estés a las 10 y en la calle, haciendo cosas pendientes, y no tumbado en la cama con un resacón del 15.
A las 13h ya había quedado con Fito y su hermano para tomar una cañita. ¿O quizá fuesen 8?. No se, pero ahí estuvimos arreglando el país y haciendo nuestra jornada de reflexión. ¡Que no creáis que todos es cachondeo!. Incluso gente del bar estaba muy atenta a nuestras reflexiones y alguno terminó participando en nuestra charla.
Un poco de siesta y con dos bemoles a jugar la padel con Mariano y su familia. Este es otro compa del curro. Ya son 16 años de amistad. Aún no le he dado la dirección de este blog, no le va mucho al informática…Solo os digo que es una persona excepcional y que tanto él como su esposa e hijo, son otra de esas familias, no de sangre, pero es lo único que les falta.
Jugamos al padel, luego jacuzzi y sauna…Estamos hablando de que nos costó 8€ el tema del SPA. Que nadie se piense aquí que claro, funcionando de cartera se pasa muy bien. Y luego cenamos una hamburguesa de 6€, y a domir. Sujetando el presupuesto, que todos andamos tocados por la crisis.
El domingo ya habíamos quedado para votar Fito y family. El salió a correr por su cuenta, y yo por la mía, ahora no puedo seguir su ritmo…Y ya a las 11:30 estábamos por los colegios electorales. Luego Nuri se fue a comer al pueblo con su madre y las niñas(yo creo que pensaría “que hago yo con estos dos zumbaos” ) y este y yo fuimos a tomar una cañita. Al entrar en un bar, ya nos habían puesto dos cervezas sin pedirlas. Luego otras dos más nos invitaron. No fuimos y reflexionamos lo que había pasado. Que te inviten así por que si a unas cervezas. Que los camareros se queden a hablar contigo, que te den la mano…En fin, ver que te quieren y te aprecian en muchos sitios, es algo acojonante la verdad.
Fuimos a ver la Fórmula 1 y a comer un chuletón a casa que habíamos comprado previamente. Y una botella de vino, compartida que con tu mejor amigo, sentados en la terraza y viendo salir a Alonso, y pasar de cuarta posición a la primera, no tiene precio, como la MasterCard.
Luego un chupito al bar. Otra vez que te lías a charlar con el camarero como si le conocieses de toda la vida.
Luego ya comienzan a venir las esposas, y nos vamos a casa con un sabor de boca increíble, de un domingo más inolvidable.
He hecho un pequeño resumen de lo que ha sido mi finde. No puedo plasmar aquí todas las risas, los gestos, las sensaciones que se viven en apenas 2 días con tus amigos, con tus mejores amigos.
Descubrir y saber, que si un día estas solo por cualquier circunstancia, ahí estarán ellos para hacerte reír y para ayudarte. Que son esa otra familia como dice “langui”. Y saber que si me pongo a acordarme de amigos, hay muchos más de los que aquí aparecen. Y eso me reconforta, porque se, que nunca estaré solo, y se que si algún día necesito algo, ahí tendré a un buen puñado de gente que me ayudará.
¡Salud hermanos!. Va por ustedes.