
Para se el primer año que nos personábamos en dicho evento, va a ser difícil de superar.
Gracias a Jorge, primo de Jos, que nos ofrecio su casa allín en Hoyos del Espino, pudimos planificar un día (otro más) de esos inolvidables.
Llegada al pueblo, unas cañitas...El ambiente ya era estupendo, y eso que eran las 13:30.
Después comimos bien, y comenzamos una partida de mus, que cada vez se me está olvidando más, y ya casi no tengo reflejos. Menos mal que en buena compañía, nadie te reprocha nada.
Al salir de la casa, aquello se había transformado. Miles de personas invadían las calles de este pueblecito. Con unas vistas envidiables de la sierra de gredos, y unos parajes preciosos, si lo que quería la organización era que hubiese simbiosis entre naturaleza, publico y música, lo consiguió con creces.
Una vez en la finca del concierto, apenas hicimos caso a Calamaro, no siendo en algunas canciones. No porque nos guste o nos deje de gustar, sino porque estábamos comentado un poco la envergadura del acontecimiento.
Con la caída de la noche, comenzó el maestro, Sabina. Enseguida nos dimos cuenta de que está mayor (físicamente) y que su cara reflejaba las secuelas de la enfermedad que acaba de superar. Con el devenir del concierto, volvimos a darnos cuenta, de que sigue siendo el maestro, y quizá ahora más que antes, pues sabe más el diablo por viejo, que por diablo.
Especialmente me gustó cuándo se ponía a recitar. Me recordaba a la gran Lola Flores.
¿Cuánta gente arrastra Sabina?. ¿Cuántos han aprendido de él?. Sin ser yo un fan tan antigüo como muchos que allí estában, hay que reconocer que este hombre es un puto genio. Y qué si te paras a escuchar sus canciones (que no su voz, en mi opinión) percibes todo lo que una persona puede haber vivido, en lo corta que es la vida.
GRANDE SABINAAAAAAA Otro día inolvidable y cuantos van ya??? no lo se... solo espero que queden muchos mas.
ResponderEliminarSalud amigo.