Ahí esta el nombre de esta bendita tierra manchega…
Aquí tengo un montón de primos y primas, tías e hijos de los mismos. La crisis los está golpeando muchísimo, y aún así, no pierden el sentido de la hospitalidad y buen humor para los que venimos un ratillo a verlos.
A mí, que siempre llevo por bandera la gran ciudad, el asfalto y cristal, me rindo ante la evidencia de lo sano, y a la manera de disfrutar las cosas en los pueblos.
Ahí os pongo un ejemplo:
Comienzan a preparar la “Zarzuela” del viernes en la mañana. En el patio de la casa de mi tía, rodeada de sus hijos, nietos y sobrinos. Creo que de una manera u otra también se están los que se fueron. Desde algún sito estará viendo lo bien que hace “la Migue” la zarzuela.
Los demás mientras tanto, tomando un botellín, o un buen vino manchego. Aquí la verdad es que cocino poco, no como en Ávila.
Y aquí la tenéis, para chuparse los dedos:
Luego se come “a pote” , todos depie comentando lo rica que estaba al comida, y que queréis que os diga, no sobró “ni rastro”.
¿Y qué me decís de fregar?. ¡Roilla en tierra y a darle al nanas!. Pues no friego yo en casa ni ná…
También visitamos el pueblo de Sara Montiel, el Campo de Criptana. Un pueblo precioso en el que la artista tiene un museo, y encada bar que vas hay fotos de ella en todas partes, porque ella nunca olvida su tierra:
Y otra vez comilona al día siguiente. Luego partidad de Tute, o del dichoso poker que tanto se lleva ahora. Y unas cuantas fotos familiares:
En fin, 4 días inolvidables que le hacen a uno olvidar un poco todas la dificultades por las que se está pasando. Pero no olvidéis que hay que superar la crisis, y sobro todo que la tenemos que sacar de nuestros adentros.
Un saludo
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