Me considero muy afortunado de tener a todos los miembros de familia, padres, hermanos, sobrinos, primos...Más o menos cerca de mi, sabiendo que en cualquier momento puedes contar con ellos.
Luego por circustancias de la vida, por el trabajo, por el barrio, por tus aficiones, te vas topando con gente, y vas formando "la otra famlia". Tienes las mismas ventajas -en ocasiones más- que con la tuya legítima, con la única diferencia que no llevas la misma sangre. Incluso a veces ni siquiera esa diferencia, puesto que no sería la primera vez que un amigo ha dado su sangre por otro.
Basta con analizar las entradas de este blog, para darse cuenta de cómo disfrutamos de la vida yo, y con los que me junto. Cierto es que a ninguno nos ha machacado al crisis -tocado si, ¿eh?, aquí nadie se libra- y tenemos recursos económicos suficientes para permitirnos pequeños lujos. Pero también es que con poco nos conformamos. Sin más, os digo que las fotos de la siguiente comida dominical, la organizamos con poco menos de 40€, y sobró comida para otro día.
La cosa trascurre de la siguiente manera, este último domingo, y otros muchos más que hemos tenido: Los hombres quedamos pronto. El día de antes se ha comprado todo lo necesario, también los hombres. No es por nada, es que nos gusta a nosotros organizarlo.
La casa de uno cualquiera, esta vez fue la de Fito, que tienen piscina comunitaria y ahí nos remojamos un poco la barriga.
Mientras cocinamos las niñas y las mujeres andan a lo suyo -no sabemos aún a qué- y nosotros a lo nuestro -empezamos la litrona del Mahou, y algún pinchillo- viendo las motos o la fórmula 1.
Después a comer todos junto. Unas risas, bobada va, tontería viene. Descorchamos siempre un buen vino, y lo comentamos.
Después es optativo, siesta, cartas, bingo, playstation, según fuerzas. ¡Incluso ha habido muchas veces que hemos empalmado con el partido del liga de las 21h!.
Sinceramente, cuándo hago resumen, creo que estos últimos años no podrían ser mejores. Tendremos más, tendremos menos, pero disfrutamos de la vida de una manera envidiable. La edad nos ha ido domando - y mira que era difícil, antes nos tenían que ir a buscar las chicas, y ahora somos nosotros los que tiramos para casa - y vamos apreciando otras cosas como los hijos, una comida casera, un buen vino, o simplemente estar con ellos, con mi otra familia.
Os pongo unas fotos de la última. Esta vez estábamos pocos, otras veces no cabemos en las terrazas de las casas, y lo ponemos todo pingando.
Aquí están estos dos que facilmente sean los que mejor degustan la comida.
¡Valla bichos!

Los cocineros. Siempre tira del carro el Fito, pero que le den que para eso sabe más

La comida. Presentación espectácular. ¡CALDERETA DE CABRITO E HÍGADO CON CEBOLLA CARAMELIZADA!.

Y por fin, la gran familia. ¡A COMER!