En 2010 el número de licencias bajó un ocho por ciento, pero lo cierto es que es una tendencia iniciada en 2007 y desde entonces este descenso llega al 48,5 por ciento.
Este es el dato. Ya son 38 años los que cuento, y viviendo en Ávla 31. Me he criado aquí.
Hasta lo que alcanzan mis recuerdos, en Ávila no ha habido apenas industria.
Antes era Fadisa, ahora es Nissan. También estuvo MAI. Tengo algún vago recuerdo de la Telefunken.
Metalurgica Cembranos que vive de Nissan...
Espi, galletas el Gorriaga, Carrefour, Mercadona, Dia…No se, entre todos sacaremos algunas más.
La única multinacional que queda es Nissan. Y ha pasado de ser más de 1000 empleados, a estar ahora en 500.
MAI, que daba empleo a más de 800 personas (más del 70% eran mujeres) cerró. Telefunken desapareció.
Espí se ha quedado con cuarto de su plantilla. El Gorriaga está en al cuerda floja con la familia Ruiz-Mateos.
Los supermercados van tirando, porque de momento vamos teniendo para comer, y vamos allí a comprar.
En fin, que aquí nunca se han preocupado de traer industria. Que la ciudad se sustenta de funcionarios, hostelería y turismo.
Claro que estos últimos, estás heridaos de muerte. Rara es la semana que no cierra o se traspasa un bar.
Y sobre todo, que si se te ocurre montar un negocio, ya te puedes ir preparando porque ayudas y facilidades no va a tener ninguna. Bueno si vas a tener alguna. Si una noche tenías el pub un poquito bien de gente, y has alargado hasta las 3:15 para cerrar, te va a ayudar un policía municipal a echar el cierre, por si te da miedo irte solo a casa a esas horas…¿No sabías que en la ciudad de los santos no se puede trasnochar?.
Ahora eso si, se recalificó terreno a más no poder para hacer pisos. Ahora son barrios fantasmas sin más habitantes que los cardos rodando por sus solitarias calles.
Pero no pasa nada. La ciudadanía abulense ha vuelto a estar conforme con todo esto.
No he conocido otro partido gobernante en Ávila más que el PP. No sabemos si otros lo harían mejor o peor. Pero si se, que sus votantes siguen teniendo la venda en los ojos, y aunque vean peligrar sus negocios, siguen acordándose de los años de bonanza, en los que iban en la burra por ser “del partido” , y que ya vendrán tiempos mejores, ¡qué más da!.
Con una tasa de paro colocada en la 7ª plaza de España, un IPC que ocupa el puesto de honor (si, los primeritos en precios más altos) y unas perspectivas de generación de riqueza nefastas, somos el mejor feudo del partido pupular, ¡y que no falte!.
Qué Dios nos asista.