Cálcula tu distancia recorrida.

viernes, 4 de mayo de 2012

El juego de los Bancos.
Asistía a una ponencia sobre economía por internet, y pusieron para apoyarse en sus explicaciones, algún fragmento de la película "El concursante".
Conseguí la película, y hay cosas muy buenas en ella, pero lo que más me gustó (qué no salió en esa ponencia) fue la explicación de cómo funcionan los bancos.
Aquí os he preparado el fragmento. Si no tienes ganas de estar 10 o 12 min que dura el vídeo, no lo andes ni poniendo.
Yo aconsejo verlo enterito, excepto los últimos 20 sg que se me han colado :-)
Pincha.

jueves, 3 de mayo de 2012

Crespón negro por Apophis.
Algunos de los lectores de este blog le conociáis. Se hacía llamar Apophis. Era el puto amo  de la informática.
Nunca decía que no ha echarte una mano en estos temas, y en los que él pudiese. Eléctrico, nervioso, cansino muchas veces, no he visto tío que manejara estos medios con tanta soltura.
¿Recuerdas Fito aquella vez en el Milano cómo abrió la red wirless con tan solo su móvil?. Fue la hostia.
-¿Qué tienes, algún programa de esos que te destripa la wifi?. Le pregunté.
- No, solo veo el código binario y luego saco la clave. Respondío.
Señores, no todo el mundo lee código binario así como así.
Y ahora ha decidido dejarnos. Si, lo ha decidio él, con sus 47 años y dos hijas aún en edad escolar. Realizando la cosa más inexplicable de todas las acciones del ser humano. Unos lo tachan de cobardía, otros de desesperación extrema. Yo no lo se, pero si se que hay que estar muy hasta la punta de la polla para hacer algo así.
El alcohol, la falta de dienro y medios...Sin trabajo, amigos, ni pareja que te ayude en nada. No sabiendo o pudiendo rehacer tu vida. Hasta que un día te tomas unas cuántas, y decides mandarlo todo a la mierda.
A buen seguro si ahora pudiese ver como ha dejado a familia y amigos, no lo volvería hacer. Si viese la cara que tienen sus hijas como he visto yo a una de ellas, no lo haría. Pero insisto, la cabeza humana es frágil, y no responde a veces ni siquiera al alma.
Ahora a unos les pesará una cosa, a otros otra. Yo le vi hace poco hablando por el móvil, esperando a sus hijas en el cole. Yo iba a recoger a la mía. Evité hasta saludarle porque temía que me cortase un traje de los suyos, y yo simpre llevo prisa. Ahora me pesa, y mucho. Quizá hubiese sido mi úlima charla con él.
De ahí que dicen que tenemos que vivir cada día como si fuese el último, y qué verdad es.